martes, 2 de diciembre de 2008

EL PRIMER JOHN HUSTON FUE TODA UNA OBRA MAESTRA: EL HALCON MALTES. PICADOS, CONTRAPICADOS Y PROFUNDIDAD DE CAMPO. CINE NEGRO MUY CONDUCTISTA Y CRUEL


"El halcón maltés es una película dirigida por John Huston en el año 1941. Está basada en la novela del mismo nombre ( The Maltese Falcon en inglés ) de Dashiell Hammett. Es la tercera versión de la novela de Hammett, ya que se llevó al cine en el año 1931 y en 1936. Es la primera película de John Huston como director, como recompensa de la Warner Brothers tras diez años como guionista. Se suele considerar como la película que marca el comienzo del cine negro."
Sorprende lo innovadora que sigue siendo El halcón maltés (The Maltese Falcon, 1941) casi 70 años después de su realización.
La novela en la que se basa, del mismo titulo, es del fascinante y represaliado Dashiell Hammett.
Literatura policíaca que en el caso de este excelente escritor con mayúsculas podríamos definir como conductista. Los personajes se mueven como autómatas y cuando sienten anteponen sus intereses a sus emociones. Prevalecen las pulsiones y los instintos.
Mientras volvía a ver este filme mítico me iba fijando más que en la trama -por cierto bastante incomprensible- es los difíciles encuadres. A veces ligeros picados. Al mismo tiempo contrapicados suaves. Mucha profundidad de campo. Decorados y techos claustrofóbicos.
Todo ello en una misma secuencia en la que de manera virtuosa John Huston utiliza y agota el dificilísimo plano/contraplano.
Al final Sam Spade, el amoral detective privado, entrega a una mujer de la que no sabe si quiere o mas bien desea. Son unos minutos descarnados. Te llevo a la silla eléctrica o a la cadena perpetua y tal vez te espere cuando salgas vieja y acabada.
Lo bueno de este legendario director americano es que después de esta obra maestra rodó y mucho y nos ha dejado un buen puñado de peliculones.
Ya les comente que El honor de los Prizzi (Prizzi's Honor) (1985) 44 años después me encanta y es redonda y otoñal. Al final todo buen artista siempre retorna a sus orígenes. La diferencia que Humphrey Bogart y Mary Astor son actores irrepetibles y los secundarios
Peter Lorre y Gladys George unos fenómenos.
El cine clásico es un ciclo cerrado de inagotables sorpresas. Nunca nos cansa y siempre aprendemos de él. Es diferente al cine actual. Para mi gusto muy superior. Es mi modesta opinión.
Hellín a 2 de Diciembre de 2.008.

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