Desde la famosisima obertura se notaba que Virginia Martinez iba a apostar por el mejor Rossini que ese compositor genial e intimo y cariñoso y de cámara frente a un Rossini hueco y lleno de artificios y algo indigesto a veces casi tanto como algunas de sus celebradas recetas gastronómicas.
La escenografía me ha gustado y la mano de José Carlos Plaza se ha notado y mucho.
José Antonio Lopez el barítono murciano ha salido a triunfar en el Villegas y la primera aria tan difícil y temeraria la ha clavado. Su Figaro ha sido toda la noche seguro y ha estado sobrado porque posee ademas una voz poderosa y potente. Un cantante a seguir.
Cristina Faus la mezzo valenciana ha bordado una Rosina llena de encanto y el tenor ligero vasco José Luis Sola como Almaviva ha resuelto con su fina voz tan lírica francamente bien su papel como el resto del reparto con especial relevancia los dos barítonos y el bajo y la otra soprano tambien me ha convencido
El reducido coro de la tierra perfecto.
Una noche operística notable en un Villegas con una entrada mas que aceptable.
Nos queda una opera barroca el 1 de Mayo y mi deseo que la temporada que viene tengamos media docena de títulos frente a los cuatro de este año y a poder ser algo del siglo XX y que no se les pase al gobierno regional entrante en junio dejarnos sin nuestra pasión que son las buenas operas a poder ser conocidas bien cantadas y bien representadas por nuestros músicos, cantantes, coros y escenógrafos españoles.
He dicho.
Hellín a 19 de Marzo de 2.011.
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