Miguel Pérez-Espejo es un joven virtuoso murciano que toca el violín de forma budista.
Se coloca en el escenario y cierra los ojos y en trance empieza a interpretar -esta noche el magistral concierto número 5 de Mozart- y nos maravilla.
Apenas gesticula y encima coloca su instrumento casi paralelo al pecho y con una suavidad aterciopelado saca sonidos sublimes de el.
Como propina un Bach depurado y luterano como debe ser.
Antes la oscura Obertura de Don Giovanni y antes un minuto de silencio en recuerdo a los muertos en la cercana y dolorida ciudad de Lorca
En la segunda parte la Octava de Dvorak que es un pedazo de sinfonía con ese elegantisimo Allegretto grazioso que tanto me gusta.
El maestro Rodilla nos ha dirigido al final unas breves palabras y no se ha mordido la lengua y me ha recordado a nuestro admirado "Tiburón" Puyol por su contundencia y nobleza.
La vibrante Obertura de Las bodas de Figaro de inesperado epilogo a una temporada de la OSRM llena de zancadillas y marrullerías de todo tipo que deseo y exijo a nuestros incultos políticos que no se repita por favor.
Un abrazo a los profesores de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia y a su titular y a todo su personal administrativo y directivo.
Os considero mis amigos y me consta que el aprecio es mutuo.
Hoy estaba cansado y ya tendremos oportunidad de alternar amigo marchoso en un futuro próximo que no todo va a ser en la vida solo deglutir la estupenda música que nos ofrecéis de forma tan generosa y tan profesional.
Hellín a 15 de Mayo de 2.011.
2 comentarios:
Sólo corrobar, amigo Narciso, que estoy de acuerdo con tu crónica. En la pág. del Facebook he dejado mi comentario. La OSRM debe seguir adelante, a pesar de quien sea. ¡Murcia se merece una orquesta así!
Un abrazo.
Jesus emotivo Rodilla y emotivo el ambiente de apoyo a la orquesta. A nuestra orquesta regional porque yo ya soy mas murciano que manchego que catalan amigo Jesus.
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