En la instantánea de arriba el atormentado y genial pianista canadiense Glenn Gould, ya veterano, con su peculiar estilo iconoclasta y su silla de madera recortada:
"Glenn Herbert Gould, más conocido con el nombre de Glenn Gould (25 de septiembre de 1932 – 4 de octubre de 1982), pianista canadiense famoso sobre todo por sus virtuosas grabaciones de las obras para teclado de Johann Sebastian Bach.
Nacido en Toronto en el seno de una familia de músicos, Gould aprendió a tocar el piano con su madre. Su abuelo era primo de Edvard Grieg. Fue a la escuela Royal Conservatory of Music cuando tenía diez años de edad, conviertiéndose en el discípulo más famoso del pianista chileno Alberto Guerrero[1].
Ejecutó su primer concierto en 1945 (tocó el órgano) e hizo su primera aparición con orquesta el año siguiente cuando ejecutaba el Concierto para piano nº 4 de Beethoven con la Orquesta Sinfónica de Toronto. Realizó su primera ejecución publica en 1947."
http://es.wikipedia.org/wiki/Glenn_Gould
En la toma de abajo el humanista músico chileno Claudio Arrau, Gloria Nacional de su pais, con 83 años, al final casi de su larguisima vida musical. Todo equilibrio y academicismo intenso:
Claudio Arrau León (* Chillán, Región del Biobío, Chile 6 de febrero de 1903 - † Mürzzuschlag, Austria 9 de junio de 1991) fue un célebre pianista chileno famoso en todo el mundo por sus interpretaciones profundas de un repertorio extenso que atravesaba de la musica del Barroco hasta los compositores del siglo XX. Se le considera uno de los pianistas más grandes del siglo pasado, avalado por sus múltiples galardones. Arrau fue estudiante prodigio del maestro alemán MartiNTn Krause, quien dijo sobre el chileno: "Este niño ha de ser mi obra maestra".[1]
http://es.wikipedia.org/wiki/Claudio_Arrau
Dos vacas sagradas del piano del sigloXX.
Pinchan los enlaces y se empapan de las apasionantes vidas tan distintas pero tan unidas por una dedicación ejemplar a la música con mayúsculas de ambos prodigios irrepetibles.
Esa diferenciación tan vigente y magistral que un Catedrático de Arte nos hizo a un grupo de embobados alumnos -hace décadas y décadas- entre artistas dionisiacos -el canadiense- y los apolíneos -el chileno-. Por lo menos en apariencia. Los primeros ostentosos y tremendos. Los segundos discretos y "normales".
Tal vez haga un análisis simplista.
La interpretacion musical clásica permite muchas "libertades" porque la partitura es "un esqueleto". Y el contenido se lo pone en este caso cada pianista. Por eso dos versiones de una misma obra no nos suenan igual por un mismo músico décadas después. La vida, los sufrimientos, las alegrías, las experiencias vitales van modelando el alma del interprete. Y su visión del compositor.
Resulta sorprendente como Arrau con mas de 80 años acomete el concierto Emperador con un clasicismo mozartiano y Gould, con la cincuentena encima, un Bach cristalino y puro a pesar de sus gestos manuales y hasta faciales tan grotescos y llamativos.
Les explicito visualmente y musicalmente lo que les digo:
http://www.clipser.com/watch_video/659401 . Glenn Gould jovencillo. El arte de la Fuga de Bach.
http://www.dailymotion.com/video/xmxex_glenn-gould-art-of-fugue-bach_music. Al final de su vida El Arte de la Fuga. De nuevo ¿Suena diferente o ha cambiado el maduro Gould?
http://vodpod.com/watch/286928-beethoven-piano-concerto-no-5-by-claudio-arrau-1. Claudio Arrau con Sir Colin Davis ¡Como le aplauden antes de empezar a tocar! Increible.
Las ventajas de la Red. Podemos comparar. Empaparnos. Y hasta engancharnos a ella. Tengan cuidado.
Hellín a 6 de Noviembre de 2.008.
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