Los algo más de 30 minutos que dura la Quinta Sinfonía son de una intensidad tremenda que bordea la violencia mas extrema musical y no exagero un ápice.
La viví en directo la temporada pasada tres veces por dos orquestas diferentes y es realmente brutal y salvaje.
4 años tardo en componerla Beethoven. El 22 de Diciembre de 1.808 la estreno el mismo a la batuta junto a la Pastoral en una velada de obras suyas de ¡4 horas! ni mas ni menos de duración. Como ahora que muchos conciertos no llegan ni a la hora y media real si quitamos el descanso.
Es de una fuerza inusitada desde el comienzo la llamada sinfonía del Destino tal vez por los primeros compases tan contundentes y bárbaros.
No decae nunca.
Al ser corta casi no te enteras y cuando te das cuentas ha acabado dejandote pensativo, emocionado y con ganas de seguir recreándote en ella y volverla a escuchar ya en mi caso en casa o en el modesto utilitario.
Es para mi de las 9 extraordinarias sinfonías beethovenianas la mejor ensamblada y mas coherente y más perfecta.
Es muy rítmica. Es excepcional de todas todas y te engancha.
Por eso junto a su aliento humano y energía y vitalidad que desprende es normal que sea la mas interpretada con diferencia porque es la mas solicitada por los buenos aficionados que no nos cansamos nunca de poderla de nuevo disfrutar en vivo.
Yo tengo grandes versiones de la Quinta.
Siempre llevo una del magnifico Kurt Masur en mi coreano y suelo tener a mano otra del temible y feroz Otto Klemperer.
Las dos de primer nivel.
Esta noche seguro que en el Teatro Concha Segura de Yecla la excelente OSRM nos ofrece una versión notable y solvente de la Quinta Sinfonía de Beethoven.
Hellín a 5 de Noviembre de 2.011.
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