Ahora una nueva formación se añade a este elenco y lo hace sumando el modelo de la EUYO y el que busca el diálogo entre jóvenes de países con contenciosos abiertos. Es la I, Culture Orchestra que acaba de estrenarse con una gira por varias capitales europeas y que el día 8 recaló en Madrid, en el Teatro Real, bajo la batuta de un gran veterano como es Sir Neville Marriner, su director invitado.
Este nuevo conjunto está formado por jóvenes de entre 18 y 30 años de Polonia, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Georgia, Armenia y Azerbaiyán, países todos ellos que eran parte de la Unión Soviética a excepción de Polonia que era un satélite de Moscú. Los jóvenes de la orquesta pertenecen a la primera generación de la era postcomunista. Son herederos de la gran tradición sinfónica soviética, con la enorme diferencia que pueden estudiar e interpretar aquella tradición en total libertad.
La I, Culture nació en la ciudad polaca de Gdansk, la que también vio nacer al sindicato Solidaridad en los años 80, por iniciativa del Instituto Adam Mickiewicz de Varsovia, y se sobrepone desde el punto de vista cultural a la iniciativa de la UE del Partenariado Oriental para promover una mayor estabilidad política y económica en aquella frontera europea. Su director artístico es Pawel Kotla.
La gira de presentación, que también les ha llevado a Kiev, Berlín, Bruselas, Londres y Varsovia, se ha integrado en el programa de actividades culturales de la presidencia polaca de la UE.
La orquesta inició su concierto madrileño con la balada sinfónica El Voievoda, de Chaikovski, una obra de resonancias nórdicas, donde la celesta tiene un papel destacado, y siguió con el Concierto para violín nº 1 de Karol Szymanowski y contó con la joven violinista alemana Arabella Steinbacher como solista. En esta obra abundan los aires orientalizantes frecuentados por el compositor polaco (que ya pudimos descubrir en el Liceu con su ópera El Rey Roger), lo que permitió a la joven orquesta lucir su exotismo connatural.
Chaikovski volvió en la segunda parte con la Sinfonía nº 4 y en esta obra Marriner incitó desde el podio a que los jóvenes demostraran todo su entusiasmo y dinamismo en el pizzicato ostinato del tercer movimiento y en el allegro con fuoco del último.
A sus 87 años, Marriner festeja sus 70 años de dedicación a la música con la compañía de los jóvenes de la I, Culture Orchestra. Es una excelente compañía
http://primerafila.elperiodico.com/autor/jovenes-sinfonicos-y-fronterizos/
Son músicos jóvenes pero no juveniles y en muchos casos con sus estudios superiores y hasta son profesionales y algunos fabulosos solistas como el violinista ciezano Antonio Garcia Egea de solo 22 años.
En tiempos de crisis deberíamos tirar mas de nuestra cantera.
Y reforzar las orquestas senior tan recortadas como pasa con la solvente y magnifica OSRM que encontrándose en ERE y con solo ahora una plantilla de 49 profesores se esta ampliando con excelentes músicos jóvenes formados en la estupenda OJRM que lleva por cierto la preparada directora molinense Virginia Martinez con absoluta maestría, dedicación y fuerte disciplina.
Me voy a hacer un forófo de estas orquestas jóvenes pero no por eso aficionadas sino si me permiten llamarlas orquestas junior o senior de primer o segundo o tercer año como se dice en la NBA.Hellín a 23 de Noviembre de 2.011.
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