Casi todas de ellas con fuerte carga erótica en aquella España tan reprimida que dejo Franco.
Mucho cartón piedra y mucho mal gusto.
Tommy es un bodrio integral.
Lisztomania un petardo.
En cambio Mujeres enamoradas y la Pasión de vivir son visibles con algunos momentos extraordinarios.
Descanse en paz este pedante y aburrido director con ramalazos de talento ocasional.
Lo barroco se confunde con lo excesivo.
Es el contraste que es diferente.
Ken Russell no era barroco.
Ni rococo.
Era kitsch.
Un plasta hablando claro.
Pero fue un realizador interesante a revisar.
Hellín a 29 de Noviembre de 2.011.
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