jueves, 7 de agosto de 2008

BRUTAL CALOR CALOR: UN FILME ATERRADOR LLAMADO FREUD DEL GRAN JOHN HUSTON

Como les comenté cuando tenga alguna foto que me guste pues la edito y comento antes de mi reflexión diaria. Me he acercado al Centro Joven anexo a los Franciscanos. A recoger folletos. A chafardear un poco. La Iglesia, por cierto, es esplendida y merece una visita de vez en cuando. La Plaza, siempre llena de coches, sin ellos ganaría mucho. Pero uno entiende que cada vez existen más vehículos y el espacio para aparcar cada vez es menor. El monumento al nazareno y ..( no lo escribo vaya a meter la pata) hoy jueves 7 de Agosto, limpio e inmaculado. Si se pudiera dar un uso adecuado a la Casa Salazar -ahora en venta- pues un rincón privilegiado del casco antiguo de Hellín, tan necesitado de lo que ahora se llama dinamización y ante vida.


FREUD DE JOHN HUSTON: UN VIAJE AL INCONSCIENTE O SUBCONSCIENTE.

Más de horas de cine denso, profundo, sin concesiones, sólido y apasionante.

Freud, pasión secreta, fue como se tituló en España. Freud, a secas, su titulo original.

Los inicios de Sigmund Freud en la carca Viena de finales del XIX.

La mejor indagación cinematográfica psicoanalitica que yo conozco porque además el torturado rostro del extraordinario Montgomery Clift -encarna al Doctor Freud- encaja a la perfección en este viaje alucinante al inconsciente humano.

Rodada en 1.962. En blanco y negro.

Parte del guión de Jean Paul Sartre. Se cansó el francés -por el metraje, para él excesivo, más de 2 horas repito- y no lo acabó, pero el existencialismo esta presente en el peliculón.

Un médico de extracción modesta, judío, que se inclina al principio por la neurología.

Conoce al hipnólogo Charcot en una estancia en Francia y poco a poco su interés va derivando hacia la psicología terapéutica.

La hipnosis tiene sus limitaciones y nuestro querido Freud va perfilando poco a poco el psicoanálisis, un técnica que consiste en sacar a la luz mediante una entrevista peculiar -el diván, el terapeuta por detrás del paciente que no lo puede ver pero si escuchar- los recuerdos, traumas, pesadillas que condicionan nuestra vida presente pero en personas que están siempre conscientes y no dormidos a diferencia de la referida y muy sobre valorada hipnosis.

Es la represión de nuestros instintos básicos y por encima de ellos, la sexualidad, lo que nos hace infelices. La histeria como un síntoma de experiencias condicionantes que mucho tienen que ver con la infancia.

No es mi propósito hacerles una exposición de lo que es el psicoanálisis, que tanto me interesó en mi ya lejana juventud.

Me inicie en él motivado por un profesor peculiar de religión de mi Instituto, el Torras y Bages. Por cierto se inauguro este centro educativo a finales de los 60. Fue modélico entonces y ahora parece mas bien un campo de concentración por las alambradas que lo rodean.

En el buen barrio de Can Serra de Pubillas Casas de L´H. Era y es público. La educación gratuita hasta los 14 años no la trajeron los compañeros. Ya existía en España antes de la muerte del Dictador en el 1.975. Al igual que la sanidad pública. El Hospital de Bellvitge, de los mejores del planeta, se abrió en el 1.973, por ejemplo. Recordar cura y por encima de todo los egos actuales de algunos desmemoriados.

Volviendo a mis lecturas de adolescente, recuerdo el titulo de lo primero que leí bastante perplejo sobre el inconsciente: USOS Y ABUSOS DEL PSICOANALISIS. Al final me quedo con dos ensayos sociológicos más que psicológicos magistrales del portentoso Freud.

EL PORVENIR DE UNA ILUSIÓN, sobre la religión y EL MALESTAR EN LA CULTURA, escrito en plenos totalitarismos y muy influido por la larga y penosa enfermedad del vienés, un cáncer de mandíbula que preciso múltiples operaciones, que junto a su exilio británico huyendo del nazismo, condiciono su visión muy pesimista de la sociedad europea de entre guerras.

John Huston realizo una obra maestra, otra más, con FREUD. Fue un Director irregular pero ya tiene merito rodar en 1.941, su primera película, ese clásico que es EL HALCÓN MALTES y en 1.985, EL HONOR DE LOS PRIZZI, una de esas obras de arte tristes y crepusculares que se dan cada década, si llegan, que por cierto irrecuperable en DVD pulula por las estanterías de la muy saturada biblioteca de la Casa de la Cultura y que después de quedarseme atrancado el disco en el lector, de nuevo, hacia el final, me la he bajado del muy eficaz EMULE.

Perdonen este rollo sobre ¿una filosofía? de la vida que fue y es el psicoanálisis.

Siempre me ha parecido Sigmund Freud mejor escritor que científico. Más literato que médico.

Al final su mérito fue curar con las palabras. Hablando. Lo que tal vez falta hoy en la praxis médica actual por saturación y algo más.

Decía el eminente cardiólogo Valentin Fuster que él, el diagnostico y curación lo hace básicamente viendo, preguntando y convenciendo al paciente de que cambie sus hábitos de vida. Eso es el humanismo médico. Aprendan galenos de su colega. A veces es proponérselo y ejercer con vocación la muy noble y difícil profesión de la medicina.

Hellín a 7 de Agosto de 2.008

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