domingo, 24 de agosto de 2008

GRACO CONTRA CRASO: LAUGTHON DE PLEBEYO CONTRA OLIVIER DE PATRICIO. DEMOCRACIA CONTRA DICTADURA EN LA MONUMENTAL Y MEMORABLE ESPARTACO DE KUBRICK.


Charles Laughton: Graco



Laurence Olivier: Craso



Agradable sorpresa e inesperada. La copia de Espartaco que visiono esta tarde de domingo agostero es una restauración que contiene casi 40 minutos más de lo que conocía. Nos vamos a tres horas apasionantes de celuloide.
Me motivaba mucho volver a ver el duelo interpretativo entre dos monstruos de la escena inglesa que dieron mucho de sí en el cine.
De una parte Laurence Olivier actor que siempre me ha parecido muy camaleónico, distinguido y aristocrático.
Cinco películas como director en su haber. Pendiente de repasar Rebeca de gran "Hitch" en los últimos días he disfrutado con sus composiciones magistrales de un judío cazador de nazis en Los niños del Brasil y del sádico mengele de Marathon man.
Del otro lado Charles Laughton con un estilo muy diferente de interpretación adaptado a sus rasgos físicos muy diferentes al siempre apolíneo e inolvidable Hamlet. La noche del cazador su excepcional legado como director.
El proceso Paradine -tremendo su papel de Juez- y Testigo de cargo -un abogado cascarrabias inolvidable peor que un niño chico por sus continuos caprichos- son buena muestra de su talento prodigioso como actor.
En Espartaco los tenemos frente a frente.
Y el duelo no defrauda.
Un Senador que viene de abajo, de origen plebeyo -de ahí también salieron en su momento los patricios ¿o no?- y que vive muy bien -mujeriego y romántico- y un cruel, riquisimo y soberbio aristócrata de buena familia romana que desprecia la democracia porque considera que debe ser su casta elegida la que pilote el gobierno de la República para que acabe en Dictadura.
Graco contra Craso.
Dos actorazos en plena madurez en 1.960, año del rodaje de Espartaco.
Llenos de matices y de humanidad sus papeles. Me imagino que Stanley Kubrick se limitaria a dejarlos hacer. Además el realizador americano llego de rebote al filme después de la bronca del magnifico Anthony Mann con Kirk Douglas, productor intratable y protagonista estelar del peliculón que les recomiendo ver en esta versión, repito, restaurada y perfecta.
Malas lenguas dicen -detractores del bueno de Kubrick- que precisamente lo mejor de este filme, los 50 primeros minutos, que son por cierto muy buenos -la etapa de la Escuela de Gladiadores, un 1o para Peter Ustinov- los rodo el exmarido de Sara Montiel antes de ser despedido.
No me gusta contar las peliculas que veo.
Se tacha a Stanley Kubrick de artista cerebral y frio. Nada más lejos de la realidad. No tenemos duda que la última secuencia la rodó él. La ven y me la comentan. Emocionante y pudorosa. No como el baño del patricio y el poeta y las menciones geniales a ostras y caracoles. Toda una rareza más propia de una mente retorcida y privilegiada.
La del guionista del filme una victima de la caza de brujas Dalton Trumbo cuya buena y coetanea y comunista mano recrea una historia eterna y vigente: la lucha contra la opresión y los abusos continuos de los más fuertes contra los mas debiles, que al final acaban rebelandose contra sus tiranos y no pocas veces acaban actuando como ellos, si acceden al poder.
Hellín a 24 de Agosto de 2.008.

2 comentarios:

Gloria dijo...

¿Dirección de actores? Peter Ustinov escribió que, en sus escenas con Laughton, Kubrick se limitó a filmarlos, así que imagino que tampoco intervendría demasiado en las escenas entre Laughton y Olivier.

También he leido que parte del reparto de Espartaco estaba un poco mosca con Kirk Douglas porque este, cuando envió copias del guión a los actores en los papeles principales, les envio ejemplares en los que el papel de cada actor era segundo en importancia al suyo propio de Espartaco: la verdad es que aquellos que se personaron antes en la fase de pre-producción (como Olivier y Ustinov), fueron los que consiguieron los roles más extensos, y los que llegaron ya en la fase inmediatamente previa al rodaje, como Laughton, se encontraron con que sus papeles eran sustancialmente más cortos de lo que aparecían en el guión que Douglas les había remitido inicialmente.

El papel de Laughton es mucho más breve de lo que lo es en la novela original de Howard Fast, en la cual Graco y Craso tienen igual importancia en tanto que representantes de dos maneras de concebir Roma y su poder. Hubo varias escenas con Laughton (p.e. Graco paseando por el mercado con Julio Cesar mientras le explica su concepto de la vida y la política) que fueron eliminadas del montaje final y tristemente, parecen haber desaparecido para siempre. Aun así, en sus pocas escenas, Laughton domina y define perfectamente a su personaje.

Graco y Craso, tienen puntos de contacto con los actores que los interpretaban. Olivier, Hijo de pastor protestante, "Sir" y más tarde "Lord", como encarnación de los estoicos valores de la Inglaterra eterna, interpretó al aristócrata; Laughton, hijo de posaderos, cuya irlandesa y católica madre envió a una renombrada escuela jesuita, luego nacionalizado ciudadano de los USA, "bon vivant", y conocido por la bella manera en la que declamaba la arenga de Lincoln en Gettysburg, en defensa de un gobierno "del pueblo y para el pueblo". Es interesante como Olivier delinea la virtud, pero también la descarnada ambición del patricio que ve al resto del mundo como seres inferiores, así como Laughton confiere vida al senador, que bajo su capa de trapacería, hedonismo y corrupción, mantiene una sincera lealtad hacia la leyes de la Roma republicana.

También hay puntos de divergencia: El crítico Richard Schickel comentaba divertido la ironía de que el mujeriego Olivier interpretara al bisexual Craso, mientras que el homosexual Laughton aparecía rodeado de su harén de esclavas.

Por cierto, Simon Callow explica en su excelente biografía de Laughton otra anécdota referida a este rodaje: Le refirió Ustinov que teniendo que aparecer frente a Laughton en una escena, Olivier suplicó a Kubrick si podían filmar sus planos por separado... Lo cual hizo que Laughton abandonara el plató triunfalmente ofendido... ¿Se sentía Olivier intimidado?

narciso dijo...

Kubrick fue un director que se supo adaptar a la industria. Y si tuvo que trabajar en encargos lo hizo. El cine es ante todo un negocio y muy caro. Y debes tener mercado y publico y taquilla para poder seguir dirigiendo peliculas. Una grata sorpresa tus solidos comentarios. Todo un lujo.Me salieron mis dientes de cinefilo en la Filmoteca Nacional de la Via Layetana que tan bien funcionaba entonces alla por los 70 en Barcelona . Mi ciudad. Ahora reviso mis peliculas favoritas y siempre veo en ellas cosas diferentes y mejores. Saludos