"Karl Böhm (Graz, 28 de agosto de 1894 - Salzburgo, 14 de agosto de 1981). Director de orquesta austriaco.
Biografía [editar]
Inicialmente, Karl Böhm estudió derecho, obteniendo el doctorado en dicha materia. Posteriormente estudió música en el conservatorio de Graz. Gracias a la recomendación de Karl Muck, fue contratado por Bruno Walter para dirigir en la Ópera Estatal de Baviera en 1921.
Karl Böhm fue un prestigioso director de la música de Wolfgang Amadeus Mozart, Richard Wagner, Richard Strauss (con quien le unía gran amistad y del que estrenó importantes obras), Alban Berg y Anton Bruckner.
Ha dejado una gran cantidad de grabaciones discográficas, editadas en buena parte por la Deutsche Grammophon, dirigiendo siempre a las mejores orquestas europeas, como las Filarmónicas de Viena y de Berlín."
Biografía [editar]
Inicialmente, Karl Böhm estudió derecho, obteniendo el doctorado en dicha materia. Posteriormente estudió música en el conservatorio de Graz. Gracias a la recomendación de Karl Muck, fue contratado por Bruno Walter para dirigir en la Ópera Estatal de Baviera en 1921.
Karl Böhm fue un prestigioso director de la música de Wolfgang Amadeus Mozart, Richard Wagner, Richard Strauss (con quien le unía gran amistad y del que estrenó importantes obras), Alban Berg y Anton Bruckner.
Ha dejado una gran cantidad de grabaciones discográficas, editadas en buena parte por la Deutsche Grammophon, dirigiendo siempre a las mejores orquestas europeas, como las Filarmónicas de Viena y de Berlín."
Creo que la primera vez en la televisión que vi dirigir al maestro Karl Böhm fue un concierto de piano de Mozart y el solista era el prodigioso Maurizio Pollini.
Una total compenetración entre dos músicos colosales.
Las miradas del ya venerable Karl a Maurizio eran constantes y el italiano literalmente levitaba en trance mientras interpretaba la cristalina pieza en un maravilloso piano.
Ahora del sello mítico Deutsche Grammophon escucho poco a poco y con mesura 46 Sinfonias que del compositor austriaco grabo otro austriaco.
Es una música ideal para escribir, leer, hacer el amor, comer, fregar la casa, cocinar. Imposible incordiar al vecino si te da la tabarra con estas delicadas notas.
Los ahora cuestionados -por los inefables zerolos y bardenes de turno- y tan cultos israelitas aumentan la producción de leche de su vacas poniéndoles al salzburgues.
Es medicinal. Es de lo mejor del mundo. No deberían morirse sin haber disfrutado de este monumento a la humanidad que son estas digeribles sinfonías llenas de belleza y vida.
Hellín a 12 de Enero de 2.009.
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