jueves, 15 de enero de 2009

SCARAMOUCHE UNA FORMIDABLE PELICULA DE AVENTURAS DEL ARTESANO/ARTISTA GEORGE SIDNEY: FABULOSA SECUENCIA SIN DOBLAJE EN UN BELLO TEATRO. LA ASAMBLEA.


Me he llevado una gran sorpresa volviendo a revisar la excelente Scaramouche (1.952)
Me ratifica que en el primer duelo entre los dos hermanos -espectacular gigantesca escalera- que dura escasos minutos existe mas cine que en todos los bodrios subvencionados en el último ejercicio del mal llamado cinema español ya que este dejo de existir cuando aceptaron las piscinas a las ideas los guiñoles partidarios de hamas.
George Sidney es un portento de realizador. Imprime un ritmo trepidante a sus filmes. Son un ballet continuo. Que decir de la pictórica fotografía en el tan añorado Technicolor. Y de los decorados increíbles. Y de las carreras de caballos. Y del duelo final en el Teatro. Y de la música de Victor Young.
Pero es que además esta formativa obra cinematográfica nos habla de la Asamblea Nacional Francesa. De la inminente Revolución Francesa. De la Libertad, Igualdad y Fraternidad. De los burgueses situados a la izquierda tal y como se entraba en la Sala y de los representantes del Antiguo Régimen a la derecha.
Entonces ya existía la obsoleta figura hoy día de la inmunidad parlamentaria que entonces tenia sentido para evitar por parte del absolutista monarca la detención indiscriminada del representante estamental porque entonces no existía el sufragio universal de ambos sexos.
Pasamos un gran rato y nos formamos viendo estos peliculónes llenos de vida y ética.
Es la grandeza del cine clásico americano. En manos de un europeo y no digo nada de un japones bostezos y un sueño profundo. En manos de George Sidney diversión no exenta de una amena clase de ciencia política.
A priori el reparto echa para atrás de Scaramouche. Pero están todos los actores magníficos. Muy metidos en su papeles. Janet Leigh muy jovencita. Un bombón. Preciosa. Mel Ferrer todo un sátrapa aristocrático elitista espadachín de postín. Eleanor Parker vulgar y pelirroja. Y Steward Granger. Empieza flojito pero se crece y acaba dominando una muy complicada caracterización.
Un buen director saca petróleo de donde hay poco o ninguno. Un mal director a recogerlo a Algeciras. Me olvidada que existe chapapote malo y chapapote bueno.
Hellín a 15 de Enero de 2.009.

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