Victor Fleming rodó una estimable película. La última. Juana de Arco. En 1.948.
Plantea como a una demente alucinada fanática religiosa/política se le usa como a una servilleta de papel por sotanas y señores de la guerra y luego cuando estorba porque es popular y por lo tanto peligrosa se la tira al cubo de la basura, en este caso a la salvaje hoguera para ser quemada viva.
El cura jefe gordinflón es odioso. Como muchos. Les tengo manía patológica.
Un autentico cerdo físicamente y moralmente.
Pero el que se sale es Jose Ferrer que esta muy bien en el papel del afeminado rey francés.
El a pegarse la gran vida. A dejarse corromper. A endeudarse.
Ingrid Bergman a ratos. Al final se crece y nos llega al corazón cuando debilitada firma que abjura sin saber lo que firma.
Es iletrada como todos los que tienen la capacidad de abducir. Ni escribir sabe. Es ignorante.
Habla de voces que oye. Es una paranoica. Se cree en posesión de la verdad y que salvara a la cristiana Francia. La grande. La única. De ahí al fascismo de tuerto franchute. La xenofobia. Pero que me limpien la casa sin tenerla asegurada y me cuiden al viejo trasto casero inservible.
Es un filme cursi. Pero tiene encanto.
Es lo que conseguía el cine clásico americano.
Podía fallar el formato. Ser hasta algo chapucera la cinta. Pero tenían muy buenos guionistas.
Revisadas nos parecen ahora bastantes sólidas y llenas de ideas y de buenos retratos psicológicos algunos memorables como el mencionado monarca algo amanerado.
Esa capacidad de engancharte es lo que te atrapa de este ya rancio celuloide.
Que el Director es un buen artesano poco inspirado no importa. Los actores pueden estar superiores. La música a veces salva los muebles. O los decorados. O la fotografía. O el guión. Porque de lo que se trata es de contar una historia atractiva y entendible y vigente.
Política y religión es una mezcla explosiva.
Curas islámicos están liando una buena en todo el planeta.
Huyamos de la teocracia. De los bobos confesionales sobrevenidos.
Vivamos la vida que tenemos que es seguro que es la que tenemos hasta que nos demuestren que existe otra los que suelen estar sobrados de kilos.
Si existe Dios sera para todos. No solo para unos. A veces tienen el mismo y se exterminan porque son de facciones diferentes. Inconcebible.
Perdonen pero es que el personaje de Juana de Arco da para mucho. Cuando la he oído gritar "matar a los ingleses" en nombre del mismo Dios cristiano que compartían me he enfurecido. No fue una creyente . Fue una genócida loca de atar. No merece mas que el olvido y el desprecio. Como todos los cretinos iluminados que enfermos llevan a sus pasivos y cobardes pueblos a la destrucción y a la hecatombe.
Hellín a 10 de Enero de 2.009.
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