Esta uno saturado de tanta dopada Olimpiada agostera y salgo con la ya fresca de la tarde a darme una vuelta por los alrededores de Hellín. Por cierto cada vez más asfalto por la fertil vega y se hace ya muy difícil encontrar los antiguos caminos de tierra y polvo. Una pena.
Les pongo una fotografía de un campo local de vid. Este año me dice un buen amigo que la lluvia excesiva ha estropeado la buena uva de mesa y de vino de esta notable comarca vitivinícola.
Ya en casa me apetecía revisar La cosa.
De un Director de culto, John Carpenter.
Me he quedado anonadado.
Impresionante.
Una peliculón imprescindible si encima eres un fanático del genero de terror.
Sus menos de dos horas de metraje han transcurrido con extrema lentitud. La asfixiante atmósfera claustrofóbica parecía no acabar nunca. El tiempo saben que es psicológico. Y en este caso el espectador parece un miembro más de la suicida misión polar de investigadores contaminada por el miedo a esa cosa enigmática y asesina.
La música, imprescindible, de Ennio Morricone, que la clava otra vez.
Rodada en 1.982, tres años después de Alien, el octavo pasajero.
No sé con cual quedarme. Las dos redondas. El poder del buen cine que nos hace vivir a veces en otras dimensiones.
Esperemos que la SGAE no consiga sus egoístas pretensiones.
Esa biblioteca universal que es la red no debe permitir caer en manos de mercaderes.
Supone Internet democratizar el conocimiento, la información y la cultura.
Ya pagamos impuestos de todo tipo al comprar el ordenador, los discos, contratar y pagar la conexión, la luz y los creadores al final son los que menos se pueden quejar.
Hacen lo que quieren y los buenos viven bien de su trabajo.
Una seguidora de este blog me comenta que Esta tierra es mía rodada en 1.943 es su película preferida. Y Charles Laughton su actor fetiche. Pienso dedicarle un columna monográfica a partir de dos de las películas que mas me gustan del orondo artista inglés. De tema judicial. Las habrás visto una y otra vez. Debió ser de trato difícil pero casi todos lo genios son así, amiga.
Hellín a 19 de Agosto de 2.008.
1 comentario:
nuBueno, más que fetiche, es una religión, ja, ja... (como podrás comprobar visitando el blog: http://rootingforlaughton.blogspot.com
Imagino que las películas a las que te refieres son "Testigo de cargo" y "El proceso Paradine"... Laughton estuvo en un tris de hacer de abogado en una película ("The Kiss in the Mirror", 1932), ya que el director James Whale, estaba muy interesado en él para el papel... Por suerte o por desgracia, en el camino de Laughton se cruzó un joven húngaro que le propuso realizar una película sobre un famoso rey que tuvo seis esposas... Ah, por supuesto, "Esta tierra es mía" también se puede considerar como película judicial, aunque en este caso Laughton "ejerce" de acusado
¿El trato con Laughton? Bueno, los amantes de los clichés se agarran a una "leyenda negra" de sujeto difícil, pero la verdad es que a Laughton le gustaba dedicarse a fondo a una profesión que amaba, y esta dedicación había quien la llevaba mejor y quien la llevaba peor: se sabe que Hitchcock o Sternberg (por poner un ejemplo) no trabajaron a gusto con él, pero Wilder, Renoir, Preminger o Lubistch (por poner otro ejemplo) estaban encantados con su trabajo en sus películas... Vamos, que como cualquiera de nosotros, que también hay gente con la que trabajamos, o nos llevamos, mejor o peor en función de nuestra manera de ser.
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