Impactante fotograma de Senderos de Gloria de Stanley Kubrick. Kirk Douglas soberbioTropas rusas han invadido y bombardeado territorio georgiano. Coincidiendo con unos Juegos Olimpicos grises y contaminados como el aire de Pekín.
En 1.916 tres soldados franceses fueron fusilados para aumentar la moral de unas tropas desanimadas por el mal transcurso de la Primera Guerra Mundial para la grandeur de la nación vecina.
En 1.957 Stanley Kubrick rueda una obra maestra. Senderos de Gloria recoge aquellos tremendos hechos. En un excepcional blanco y negro. 82 minutos de gran cine.
Un plano/secuencia largo y fantasmagorico que recorre las infernales trincheras con esa profundidad de campo tan del gusto del realizador americano en la que un cardiaco y sanguíneo Kirk Douglas pasa revista a sus acobardados soldados, autentica carne de cañón, abre mi reflexión de hoy domingo 10 de Agosto.
Uno es realista. El ejercito como un mal menor. Una fuerza que salvaguarde la libertad de las personas y de los países.
Poca repercusión de una autentica guerra que se está librando en Europa. Miles de muertos y esto no ha hecho más que empezar.
El nacionalismo ruso -todo nacionalismo tiende a la opresión y a laminar toda aquella cultura y lengua que considere su enemigo mortal- fomentado por un gobierno que nada tiene que envidiar a los antiguos y déspotas zares y a los mas recientes sátrapas camaradas comunistas.
Impotencia de la comunidad internacional ante esta nueva masacre de seres humanos.
Los Bush y Putin de turnos muy preocupados por el desarrollo de una Olimpiada que ya ha dado el primer dopado oficial.
Al que seguirán otros.
Y a eso lo llaman deporte.
Seguiremos de guardia. Entre partido, carrera y exhibición, alguna película, un libro y a esperar se acabe tan caluroso mes y que Septiembre nos traiga frescor, cursos, festivales varios, alguna salida turística y algo más de vida que nos saque de este largo y cálido e insoportable verano.
En 1.916 tres soldados franceses fueron fusilados para aumentar la moral de unas tropas desanimadas por el mal transcurso de la Primera Guerra Mundial para la grandeur de la nación vecina.
En 1.957 Stanley Kubrick rueda una obra maestra. Senderos de Gloria recoge aquellos tremendos hechos. En un excepcional blanco y negro. 82 minutos de gran cine.
Un plano/secuencia largo y fantasmagorico que recorre las infernales trincheras con esa profundidad de campo tan del gusto del realizador americano en la que un cardiaco y sanguíneo Kirk Douglas pasa revista a sus acobardados soldados, autentica carne de cañón, abre mi reflexión de hoy domingo 10 de Agosto.
Uno es realista. El ejercito como un mal menor. Una fuerza que salvaguarde la libertad de las personas y de los países.
Poca repercusión de una autentica guerra que se está librando en Europa. Miles de muertos y esto no ha hecho más que empezar.
El nacionalismo ruso -todo nacionalismo tiende a la opresión y a laminar toda aquella cultura y lengua que considere su enemigo mortal- fomentado por un gobierno que nada tiene que envidiar a los antiguos y déspotas zares y a los mas recientes sátrapas camaradas comunistas.
Impotencia de la comunidad internacional ante esta nueva masacre de seres humanos.
Los Bush y Putin de turnos muy preocupados por el desarrollo de una Olimpiada que ya ha dado el primer dopado oficial.
Al que seguirán otros.
Y a eso lo llaman deporte.
Seguiremos de guardia. Entre partido, carrera y exhibición, alguna película, un libro y a esperar se acabe tan caluroso mes y que Septiembre nos traiga frescor, cursos, festivales varios, alguna salida turística y algo más de vida que nos saque de este largo y cálido e insoportable verano.
"No permitáis que la ambición se burle del esfuerzo útil de ellos / De sus sencillas alegrías y oscuro destino; / Ni que la grandeza escuche, con desdeñosa sonrisa / los cortos y sencillos hechos de los pobres. / El alarde de la heráldica, la pompa del poder y todo el esplendor, toda la abundancia que da, / espera igual que lo hace la hora inevitable. Los senderos de la gloria no conducen sino a la tumba".
Thomas Gray (1716 - 1771)
Hellín a 10 de Agosto de 2.008
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